lunes, 14 de noviembre de 2011

CELEBRACIÓN DE LA PASCUA EN GRECIA

La Iglesia ortodoxa celebra la Pascua el primer domingo después de la primera luna llena que sigue al equinoccio de primavera, según el Calendario Juliano. La Pascua es la festividad más importante en Grecia, y también la más alegre, porque simboliza el renacimiento (de modo literal y figurado). Los griegos suelen festejarla al aire libre, a menudo en sus localidades de origen.


Los cuarenta días de Cuaresma empiezan con el Lunes Limpio o Lunes Puro, equivalente al Miércoles de Ceniza de los católicos. Las familias suelen ir al campo y comer platos típicos a base de legumbres, verduras, pescado y marisco (el más famoso de los platos es el bacalao frito), y hacen volar cometas
Con el Domingo de Ramos (Κυριακή των Βαΐων) termina la Cuaresma y al mismo tiempo empieza la Semana Santa. Por la mañana todas las iglesias ofrecen a los fieles hojas de laurel bendecidas, recordando así la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.

El Lunes Santo está dedicado a la memoria de José, empiezan las preparaciones para la celebración de la Pascua.

El Martes Santo está dedicado a las diez vírgenes que simbolizan la fidelidad y la prudencia. Por la tarde en la iglesia se canta el tropario (breve himno de oración) de la monja Kassia (en griego Κασσιανή), uno de los más bellos himnos eclesiásticos.


El Miércoles Santo está dedicado a la memoria de la mujer pecadora que se arrepintió, creyó en Cristo y mojó sus pies con perfume. Por la tarde en la iglesia el sacerdote unta aceite a los fieles en la frente, las mejillas, en la barbilla y en las manos haciendo la señal de la cruz, se cree que tiene propiedades curativas.

El Jueves Santo está dedicado a la Última Cena. Se leen los doce Evangelios que describen la Pasión de Cristo. Después del quinto, se coloca en la iglesia una cruz de madera con Jesucristo crucificado. Durante la noche del Jueves Santo y hasta la mañana del Viernes Santo se quedan los fieles, sobre todo mujeres, para llorar cantando himnos al Cristo. En las casas se pintan huevos cocidos de rojo. En este día también se preparan panes en forma de trenza (en griego la palabra es τσουρέκι) con un huevo rojo en su centro. El Viernes Santo está dedicado a la Pasión de Jesús y la Crucifixión. Es el día de duelo y en las iglesias se coloca el Epitafio (Επιτάφιος), la representación simbólica de la tumba de Cristo, que se cubre de flores. Al atardecer los fieles cargan el epitafio y lo llevan en procesión por las calles. La gente lo acompaña llevando velas encendidas de color amarillo.
                                      
El Sábado Santo está dedicado a la sepultura de Jesús y su descenso al Hades (el inframundo de la antigua Grecia). Poco antes de la medianoche todas las personas llevan consigo grandes velas y van a la iglesia, donde se celebra la Misa de Resurrección. El sacerdote llega entonces por detrás del altar llevando el cirio con la llama eterna y anuncia la Resurrección de Cristo. Luego, con esa misma llama va encendiendo las velas de las personas que están cerca de él, y estas a su vez encienden las de las otras personas. Esta llama llega especialmente ese mismo sábado con un avión militar desde Jerusalén y es distribuida a los sacerdotes de todas las iglesias del país que a su vez la distribuyen esa noche a los feligreses durante la misa. Esa luz sagrada es solo una y va pasando de mano en mano a través de toda Grecia.                     
Al anuncio de la Resurrección cada uno dice al otro la frase: Χριστός Ανέστη! (Cristo ha resucitado), las campanas comienzan a repicar, los fuegos artificiales explotan en el cielo y las personas se abrazan y intercambian buenos augurios. Es costumbre que cada uno lleve a su casa la vela encendida y que antes de entrar haga con el humo de la vela la señal de la cruz sobre marco superior de su puerta para propiciar la buena fortuna y llevar bendiciones a la casa.

Esa noche la familia y los amigos se reúnen en una cena tardía (después de la medianoche) y dan fin al período de ayuno tomando una sopa especial, mayirítsa (μαγειρίτσα), hecha con las vísceras del cordero que se asará al día siguiente para la comida pascual. En general se hace con el hígado, los riñones y los intestinos del animal, y se condimenta con limón, cebollas, arroz y otros vegetales.

Al día siguiente (Domingo de Resurrección) es costumbre que los hombres se levanten temprano y comiencen a preparar el fuego para asar el cordero que será el plato principal de la comida pascual, mientras las mujeres terminan de preparar toda clase de entradas (μεζέδες) que ofrecerán a los amigos y parientes.

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