Herederos de una poderosa cultura multiétnica que atrae por su autenticidad, Oaxaca es un gran mosaico étnico y cultural que se expresa en múltiples lenguajes, danzas, cantos, vestidos y costumbres que gran diversidad.
Su identidad y valores cobran vigencia en las festividades que son fiestas llenas de misticismo, alegría y vigoroso colorido que se llevan a cabo con verdadero entusiasmo por los oaxaqueños.Guelaguetza es una palabra zapoteca que denota el acto de participar cooperando; es un don gratuito que no lleva consigo más obligación que la de la reciprocidad. La Guelaguetza de los Lunes del Cerro se expresa en la ofrenda a la Ciudad de Oaxaca que hacen grupos representativos de las ocho regiones tradicionales:
§ Los Valles Centrales
§ La Sierra Juárez (Norte)
§ La Cañada
§ Tuxtepec
§ La Mixteca
§ La Costa
§ La Sierra Sur
§ El Istmo de Tehuantepec
Cada delegación presenta una muestra de su patrimonio cultural a través de bailes que ejecutan al son de
la música y los cantos que les son propios, vistiendo indumentaria de gala de sus respectivos pueblos. Al
terminar, cada grupo distribuye entre el público su "Guelaguetza" compuesta por objetos característicos sus respectivas regiones.
A estas festividades, pronto se agrego el entusiasmo de los indígenas residentes en los pueblos que circundaban la ciudad, particularmente los de "Guaxaca", que era la capital del Marquesado del Valle concedido a Hernán Cortés por el rey de España, y el Xochimilco, que había sido fundado en 1521, por órdenes del propio Hernán Cortés, al norte de la mencionada ciudad. Ellos, mantenían sus propias tradiciones, según las cuales, celebraban una festividad dedicada a Centéotl, diosa del maíz tierno o elote, a quien hacían grandes honores y ofrendas.
Recientemente se han agregado a estas fiestas otros espectáculos folklóricos para esparcimiento popular, tales como el desfile de las delegaciones organizado a la manera de la Calenda tradicional y que se lleva a cabo el sábado anterior al primer lunes.
Esta calenda la encabeza la "marmota", que es un gran farol esférico cubierto de tela, los "gigantes", las "chinas oaxaqueñas", mujeres de la ciudad portando canastas enfloradas acompañadas de su banda de música y los coheteros; les siguen las demás delegaciones, cada una de ellas precedida de la música propia de su región.
Al día siguiente que es domingo, se realiza en la Plaza Central la elección de la representante de la Diosa Centéotl que presidirá las fiestas. En este acto contiende una aspirante de cada delegación. En este certamen no se busca elegir a la más bella o a la más suntuosamente atavida, sino a la más representativa y conocedora de la tradición de su pueblo.
Por las noches ese mismo día se realiza el Bani Stui Gulal (repetición de la antigüedad) que era una representación de la historia de los Lunes del Cerro en sus diferentes épocas.
El lunes a las cinco de la mañana, los "chirimeteros" de los Valles Centrales, tocan las "mañanitas" al cerro, con pitos, tambores y chirimías, mientras la gente empieza a llegar al cerro, en donde toman un suculento almuerzo oaxaqueño, antes de entrar al auditorio en el que la marimba y los chirimeteros ofrecen una audición a los asistentes. A las diez de la mañana da inicio la Guelaguetza.
Por la tarde, en el mismo auditorio tiene lugar la presentación de la leyenda de la Princesa Donají, hija del rey zapoteca Cosijoezay de la princesa Coyolicatzin.
Al parecer, esta fiestas tiene su origen en la época colonial y están relacionadas con la llamada fiesta de Corpus de la Iglesia del Carmen Alto, templo que las Carmelitas construyeron en las faldas de un cerro al que los zapotecas habían llamado de la Bella Vista, y se celebraba el domingo siguiente al 16 de julio y se repetía ocho días después en la llamada "octava".
Entre el primer lunes y su octava tienen lugar diversas actividades tales como muestras gastronómicas y artesanales y representaciones costumbristas de las más diversas comunidades del estado, así como exposiciones, conciertos y otra serie de eventos de trascendencia cultural organizada por las instituciones que difunden la cultura de Oaxaca en todas sus manifestaciones. En la "Octava" o segundo Lunes del Cerro, se repiten el "Bani Stui Gulal", la "Guelaguetza" y la "Leyenda de la Princesa Donají".
En las fiestas del los Lunes del Cerro se vuelca el entusiasmo popular por continuar con las antiguas tradiciones. Por más de 40 años, tradicionalmente las "Fiestas de los Lunes del Cerro" se celebran en la Cd. de Oaxaca, los dos lunes siguientes al 16 de julio, sin embargo este año han sufrido una modificación (25 de julio y 1 de agosto 2011). La Guelaguetza constituye un acontecimiento en el que participa todo el pueblo, sin distinción de estatus social.
La inevitable interrelación entre los grupos y el empeño de los evangelizadores para hacer aceptable la imposición de los ritos católicos, hizo posible el fomento de un culto en el que se incorporaron elementos de la tradición indígena, haciendo más festivos y espectaculares los actos litúrgicos externos, desde el momento en que indios, negros y españoles empezaron a convivir más intensamente.
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