Patrimonio Intangible, Espíritu Latente: El significado único de cada pueblo, la esencia de cada cultura y el espíritu de cada individuo, representan sin duda alguna la mejor herencia para las futuras generaciones es decir Nuestro Patrimonio Intangible.
Veracruz uno de los estados más hermosos que forman parte de nuestra Republica Mexicana posee uno de los mas interesantes secretos que la humanidad pudiese sentir. La esencia de su historia, la calidez de su gente, la sonrisa de cada pequeño y por supuesto la picardía de cada jarocho forja en cada visitante la imagen de un pueblo que más que edificios, muelles y museos representa el espíritu de nuestros antepasados que sigue latente en cada nuevo ser. Aunado a ello Veracruz en uno de sus municipios nos muestra a través de su gente que pueden pasar los años pero sus raíces no se borraran jamás; refiriéndonos al Totonacapan, donde un día la sequia de un pueblo, llevo a los viejos sabios a encomendar a unos jóvenes castos localizar y cortar el árbol más alto, recio y recto del monte, para utilizarlo en un ritual complementado con música y danza, con el fin de solicitar a los Dioses su benevolencia para que les concediera lluvias generosas que devolvieran su fertilidad a la tierra.
Es así como nacen los voladores de Papantla después del buen resultado que dio esa celebración fue acogido como un tributo que debería realizarse periódicamente, convirtiéndose en una práctica permanente, que en un principio se llevaba a cabo al inicio de la primavera, para esperar una buena fertilidad. Actualmente, las fechas varían según la región.
La Ceremonia Pájaros Voladores de Papantla es un culto que debe realizarse en la parte superior del tronco, para que las oraciones expresadas con fervor sean escuchadas en las alturas por sus protectores. Este Patrimonio Intangible representa unas de las más hermosas riquezas que el Estado puede poseer porque la combinación de Cultura, trajes, bailes, danzas pero sobretodo de Fe muestran un pueblo que tiene latente la presencia de sus antepasados; en su Danza de Voladores la música se encuentra a cargo del caporal, quien ejecuta con un tamborcillo y un flautín todas las melodías: el tamborcillo, elaborado de madera con dos vistas de cuero, se sujeta a la palma de la mano del caporal por medio de un amarre a manera de pulsera; se golpea con una pequeña baqueta o vara de madera liviana que marca el ritmo. El flautín de carrizo con tres orificios complementa las notas del ritual. La sencillez de los instrumentos no constituye una limitación; al contrario, demuestra una gran creatividad y los conocimientos de armonía y acústica que posee el pueblo totonaco.
Lo anterior solamente describe la presencia de un elemento importante para la humanidad; su Patrimonio Intangible que como su nombre lo describe no se toca, no se rompe, pero que si se siente, se muestra y se fortalece día con día sembrando en el Corazón de cada Veracruzano y de cada visitante la imagen solida de la Fe de un Pueblo que si cree en que las cosas Suceden y suceden para el bien de la Humanidad.
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