El Patrimonio arqueológico engloba todas las huellas de la existencia del hombre y se refiere a los lugares donde se ha practicado cualquier tipo de actividad humana, a las estructuras y los vestigios abandonados de cualquier índole, tanto en la superficie, como enterrados, o bajo las aguas, así como al material relacionado con los mismos.
En base a esta definición nos enfocaremos a una zona arqueológica localizada en el sur de la costa del Golfo de México, que se sugiere fue un centro olmeca primario de una unidad política autónoma, pero pequeña, con una jerarquía sociopolítica menos desarrollada: “Tres Zapotes”.
Christopher A. Pool, doctor en antropología por la Universidad de Tulane, New Orleans, LA., afirmó lo anterior, al asegurar que tras esa autonomía, el sitio nunca sirvió como centro secundario al servicio de otros, como San Lorenzo, La Venta y Laguna de los Cerros.
Ante la confusión que prevalece sobre el estatus de la zona arqueológica de Tres Zapotes, la propuesta del especialista, tras una década de investigaciones, reafirma la existencia olmeca en el sitio, aunque no como centro mayor, con lo que termina con las hipótesis en el sentido de que en el lugar, ni siquiera existió tal ocupación durante el Formativo Tardío (1500-900 a.C.), esto, de acuerdo con los primeros asentamientos identificados.
De ahí, que coincidiera con algunos de sus homólogos en que, en realidad, funcionó como un centro secundario en una jerarquía regional de control político, bajo la propuesta de que los gobernantes de centros olmecas solicitaban la talla de monumentos y controlaban su distribución, regalándolos a caciques clientes, a fin de consolidar su propia autoridad.
Tres Zapotes se encuentra en el extremo oeste de la zona olmeca de Veracruz, en el municipio de Santiago Tuxtla, entre la sierra de los Tuxtlas y la cuenca baja del río Papaloapan; por ambos lados del arroyo Hueyapan, en un llano aluvial expuesto a inundaciones esporádicas y cerca del volcán San Martín.
El profesor asociado del Departamento de Antropología de la Universidad de Kentucky, Christopher A. Pool participó en la Mesa Redonda Olmeca: balance y perspectivas, organizada por los institutos Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de Investigaciones Estéticas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En su ponencia Tres Zapotes como un centro olmeca: Nuevos Datos, el antropólogo remarcó que el lugar contó con una ocupación sustancial contemporánea, con los centros regionales olmecas antes mencionados y que durante el Preclásico Medio logró independizarse de esa cultura.
Estas conclusiones, explicó, apoyan el modelo de la división de la zona olmeca en territorios políticos modestos. De acuerdo con la metodología de campo y del análisis, documentó una historia de ocupación continua en Tres Zapotes, de aproximadamente 2 mil años, desde el periodo Formativo Temprano hasta el Clásico Tardío.
Desde un principio, sus habitantes tallaron cabezas colosales de basalto que en la Sierra de los Tuxtlas, donde se les daba forma, para después ser transportadas por cientos de personas al mando de especialistas en ingeniería, hasta su destino final, en el cual esculpían las facciones y los elementos del casco que las diferenciarían de las demás.
Los olmecas tallaron en piedra escenas narrativas sobre actividades rituales y políticas de sus líderes, la grabación de estos hechos históricos continuaba en los periodos Tardío y Clásico, cuando se les combinó con textos glíficos en estelas que ubicaban en las plazas ceremoniales.
El sitio está conformado por tres grupos mayores de montículos, distribuidos sobre un área de aproximadamente dos kilómetros cuadrados, que delimitan plazas irregulares, es decir, que están colocados a distancias desiguales sin seguir un plan geométrico preciso. Existen además, otros de menor tamaño.
A la zona arqueológica de Tres Zapotes se llega por la carretera número 180. De norte a sur hasta Santiago Tuxtla, Veracruz, y se toma la desviación en dirección poniente para arribar a la población de Tres Zapotes, en donde se localiza el Museo de Sitio, aproximadamente a 24 kilómetros al sureste de Santiago Tuxtla. Por la misma carretera, de sur a norte, se llega primero a San Andrés Tuxtla, que se encuentra aproximadamente a 69 kilómetros de ese recinto.
Referencias: INAH
Manuel Zabala Alonso
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